top of page

EXPERTOS EN BIENES

EL QUE SE ACOMODA DEMASIADO ACABA QUEJANDOSE POR TODO

Desde el punto de vista de un forastero residente

Yoga, Pilates, gimnasia para la espalda, no importa que cursos se ofrezcan para mejorar la agilidad física, muchas personas los usan con entusiasmo. Ocupaciones excelentes que favorecen a la salud y ayudan a sentirse bien. Sin embargo, mucho menos presente, pero igualmente importante, es la agilidad mental. Todos conocemos el dicho, “querer es poder”, pero muchos solo entrenan su cuerpo mientras se mueven mentalmente por los mismos caminos de siempre. Precisamente, son estos caminos de siempre la causa de muchos pesares.

 

 

Los foráneos que viven como nosotros con residencia fija en una isla como Lanzarote, conocemos muy bien los comentarios de los que se quedan donde están. Desde “que suerte tienes” hasta “a mí no me gustaría vivir ahí”. Desde luego, se oye de todo. Cuando hablamos con ellos por teléfono, te das cuenta de que muchos prefieren quejarse del mal tiempo, de la mala situación económica del país o de las tardes aburridas frente a la televisión en lugar de pensar seriamente en como podrían vivir en un lugar con un clima mejor, y donde podrían encontrar nuevas oportunidades de ser más felices. La agilidad mental para pensar en nuevas alternativas de vida y en nuevos retos está debilitada.

Por supuesto que nuestras familias viven en el lugar de donde venimos: también están los amigos, el trabajo, una asociación o el club al que pertenecemos y todas las comodidades que conllevan las cosas de toda la vida y a las que estamos acostumbrados. ¿Pero son estas cosas las que nos hacen realmente feliz o se esconde detrás una gran rutina?, o mejor dicho ¿Seríamos menos felices si saliéramos de esa rutina y buscáramos alternativas? - ¿Por qué no intentamos quedarnos con lo mejor de lo que realmente queremos?

 

 

 

 

 

 

El que se acomoda demasiado a una situación, aunque sea mala, muchas veces no se mueve, más por pereza que por gusto, y acaba quejándose por todo sin remedio. Hay que aprovechar las ventajas de la bien llamada globalización para uno mismo. Si nuestra empresa, que por supuesto tiene una política global, nos manda a un nuevo puesto de trabajo en otra ciudad u otro país, nos quejamos, pero lo aceptamos con resignación en el 90% de los casos. ¿Por qué no empezamos a pensar también en un mundo globalizado y buscamos un lugar en él, donde vivir y trabajar según nuestros ideales? Realmente no hay nada que perder, porque trabajar, vivir, encontrar amigos y disfrutar del tiempo libre hay que hacerlo estemos donde estemos. Hablando con cualquier residente que ha dado el gran paso para establecerse en Lanzarote veremos que muy pocos se arrepienten de su decisión. De hecho, la mayoría están felices con el cambio y las nuevas oportunidades que se les han presentado. Quien sabe trabajar y tiene la suficiente agilidad mental para no acomodarse en rutinas negativas, encontrará su lugar allá donde decida ir. Hoy en día todo es más fácil, somos más globales, más europeos, más iguales.

 

“Hoy en día todo es más fácil, somos más globales, más europeos, más iguales.”

“El que se acomoda demasiado a una situación, aunque sea mala, muchas veces no reacciona, más por pereza que por gusto, y acaba quejándose por todo sin remedio.”

bottom of page