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El arte de Adolfo Areizaga
Mucha gente que está decorando su apartamento, casa u oficina, tiende a encontrarse con el mismo problema. ¿Cómo consigo un ambiente individual y artístico que al mismo tiempo refleje mi personalidad? Muchas veces la compra de una copia impresa de alguna obra de arte es una solución fácil y rápida. Sin embargo, tal vez una obra original podría ser la decisión más acertada.
Adolfo Areizaga, nació en San Sebastián, pero desde hace mucho tiempo reside en Playa Blanca. Este “chicarrón del norte” desciende de una familia de artistas y, como autodidacta, aprendió a pintar, o mejor dicho, pintó siempre y con el tiempo su técnica se fue depurando y perfeccionando. A Adolfo le gusta fusionar diferentes estilos, tanto en su vida como en su arte. Después de vivir años en California y Francia, ha encontrado en Playa Blanca el lugar donde desarrollar su creatividad. Todavía siente algo muy especial cuando una persona compra uno de sus cuadros para decorar su casa. Tal vez por esto Adolfo entiende su arte como un recurso decorativo que tiene que ser accesible a todos.
“Hace unas semanas me encargaron pintar un mural al lado de una piscina. El cliente me dejó total libertad. Eso es un hecho tan emocionante como inspirador. No hay una sensación mejor que la de crear algo que le guste a otras personas.”
Crear un cuadro personal para un cliente es todo un reto porque exige reflejar el carácter y las circunstancias de la persona. La habilidad del artista para usar diferentes estilos, además de su preferencia por la pintura abstracta, le ayudan mucho a conseguir resultados que siempre satisfacen.
Los cuadros de Adolfo están presentes en diferentes hoteles y cafeterías de la isla y también ha decorado habitaciones infantiles. Podemos encontrar sus obras en alguno de los mercadillos de arte de Lanzarote. El catalogo de sus obras documenta a la perfección su versatilidad como artista. Cada uno de sus cuadros es una obra de arte única.
