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EXPERTOS EN BIENES

PESCADERÍA PLAYA BLANCA
Pescado fresco del Puerto viejo

Desde hace algunos años se puede comprar en el Puerto Viejo de Playa Blanca pescado fresco, traído directamente por los pescadores del pueblo. Así vuelve a Playa Blanca una tradición arraigada en los pueblos marineros con el sabor y el olor del pescado recién traído de la mar.

 

La lucha burocrática de la Cofradía de Pescadores de Playa Blanca para conseguir sus objetivos duró ocho años. Desde entonces el encargado Rafael Camejo garantiza, que los clientes puedan conseguir, además del pescado fresco de la isla, también mariscos y pescados de toda Europa. “En nuestra pescadería ofrecemos todo lo que los pescadores nos traen cada día: los pescados clásicos de la isla como la vieja, cherne, bocinegro, morena o mero. Además, ofrecemos a nuestros clientes lo que piden. Por ejemplo marisco vivo, especialidades de la península o pescado del norte como salmón o trucha.”

El presidente de la Cofradía de Pescadores, Domingo Luís Umpiérrez, se muestra  muy orgulloso del éxito que la pescadería ha tenido desde el primer día. En la tienda hay siempre clientes y mucha actividad. Mari Sol y Arminda, las pescaderas, aconsejan y tratan a sus clientes con mucha amabilidad y familiaridad: son el alma de la pescadería.

 

“La venta directa tiene muchas ventajas para los pescadores del pueblo” nos explica Domingo. “Además de la pescadería, tenemos ahora también un punto de primera venta donde se registra y pesa la pesca del día. Al mismo tiempo, se garantiza que se cumplan todas las normas sanitarias. Esto implica un control de calidad que nos beneficia a todos. Desde aquí el pescado va directamente a nuestra pescadería o a los restaurantes del municipio.”

El pescador con más experiencia de Playa Blanca, Blas Francisco Martín González no esconde su entusiasmo ya que las nuevas instalaciones se han convertido en el nuevo punto de encuentro de los pescadores. “Hoy en día quedan pocas familias en Playa Blanca que se dediquen a la pesca. Antes era muy diferente. Yo tengo ahora 75 años y todavía tengo un pequeño barco y voy a pescar siempre que tengo tiempo y ganas”, cuenta Blas. “La pena es que hay muchos barcos deportivos y sus dueños también salen a pescar. Ante esta competencia, es difícil pescar lo suficiente para que el trabajo de cada uno salga rentable. Por esta razón hoy en día hay menos personas que viven de este oficio. Aquí, en la tienda de la Cofradía, se reúnen los pescadores; hablan de su jornada y comparan las presas más grandes. Esto me trae buenos recuerdos de los viejos tiempos.”

 

A los aficionados de la cocina, la pescadería ofrece una perfecta y económica oportunidad de degustar ricos y sabrosos pescados de la isla ya que según dice Rafael: “El que nunca ha probado una vieja, no conoce Lanzarote de verdad.” Y para los que no tienen idea en la materia, lo más fácil es preguntar a las pescaderas, las cuales podrán dar buenos consejos, recetas y  esclarecer cualquier duda gracias a su experiencia. En su propia casa, el pescado frito acompañado por papas, mojo y gofio, podrá revivir la experiencia de aquel pequeño pueblo de pescadores que fue Playa Blanca. 

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